Recordando a Charlie, el
Flautista de Ibiza //oo\\
Ojalá te hubiese podido conocer.
No sé qué más decir, después de
escuchar que decidiste marcharte porque estabas cansado. Me dijeron que te
despediste y buscaste la puerta más rápida; que no podías soportar más el
mundo, y me quedé pasmada al oírlo, como si no fuese real.
Me dicen que ahora
estás en paz, que ya no sufres… pero la noticia me sigue llenando de tristeza.
Me duele pensar que hay vidas que se quedan en vacío, en dolor, y acaban en una
huida desesperada, sin poder llenar el mundo con sus buenos talentos, un arte
hermoso y original como el que hacías, cada día, por la calle, con tu flauta.
Quizá no te dabas cuenta, pero llenabas las calles de alegría con el sonido
agudo de tus melodías inventadas. Quizá la gente despreció tu compañía, tu
aportación al mundo; quizá encontraste muchos tropiezos en tu camino… quizá…
Es
verdad que esta sociedad está cada día más desalmada y hay más soledad que
nunca; incluso quienes tenemos la buena suerte de no estar completamente solos
nos sentimos abandonados muchas veces… así que te entiendo, Charlie. Sólo me
arrepiento de no haberme parado a hablar contigo en estos dos años que llevo
viéndote cada día por las calles… tampoco sabía que sufrías de esa manera. También
es verdad que, si me hubiese interesado más, me habría dado cuenta… y quién
sabe si habríamos podido ayudarte a llevar mejor la vida… Quizá estabas solo
por dentro; o quién sabe si nosotros teníamos precisamente lo que tú
necesitabas… Saber que has muerto, y además de esa manera, por no poder
soportar más tu realidad, me revuelve por dentro.
Alguno quizá no lo entienda;
“al fin y al cabo ni siquiera te conocía”… pero siempre percibí una energía
afín, y me habría gustado mucho tocar algo contigo… Confieso que no me atreví
nunca a decirte nada porque los que vivís en la calle no queréis nada con la
gente que no es de los vuestros, aunque ahora que lo pienso esto es más una
tremenda hipocresía típica para marginar más a quienes no tuvieron fuerza ni
amigos y apoyo para afrontar algo difícil… y se pega mucho. No es más que un
simple prejuicio… y no quiero seguirlo más.
Quizá tu escapada haya sido una
llamada de atención para algunas personas; desde luego lo ha sido para mí. Si
me llego a imaginar que podrías ir y tirarte debajo de un autobús en cualquier
momento, habría actuado de otra manera, pero nunca pensamos en el presente;
sólo proyectamos cosas en un futuro lejano y las dejamos allí olvidadas, hasta
que se vuelven imposibles, y entonces nos arrepentimos de no haberlas hecho a
tiempo. Nunca te di una moneda; tal vez me sentía pobre, eso es que no te miré
realmente, y no vi lo que era estar verdaderamente sin nada… Ahora me imagino
cuánta gente se sintió pobre, y ni siquiera se lo están pensando… pero yo quería
darte algo, no ya por el dinero, sino por aprecio a tu música, que eché mucho
de menos un tiempo que no estuviste…
Perdóname; lo dejé pasar, como todo el
mundo. Tenía un regalo para ti y no te lo di; recíbelo ahora, que eres UNO, y
me oyes con los oídos del Cosmos… y ves esta luz que te envío, con los ojos del
Universo. Desde ahora, cada vez que vea a alguien a quien puedo ayudar de la
manera que sea, me acordaré de ti y de tu enseñanza, y no me lo pensaré.
Gracias, Charlie. Te echaremos
mucho de menos…
Nieve Andrea
2011
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